lunes, 18 de mayo de 2009

Levedad o Peso

Azotea, tu vestido de estampados, tus lágrimas, la orilla, estabas tan cerca, vértigo, polvo en tu nariz.

-¿Es todo lo que puedes dar? Yo te doy mi vida. Mira mi sangre.

Tu sangre, el corte de tus venas, tus lágrimas, mi indiferencia. La caída era menos dolorosa, pero preferias el corte, ser cortada.

-¿Porqué no te avientas? Sería menos doloroso.

Ahora tus gritos, tus reclamos, de nuevo el polvo y ahora tu adrenalina y el vértigo. Tu salto.

Lo tuyo siempre fue morir, la caída, más que una entrega: el peso.
Lo mío siempre es matar, volar, más que indiferencia: la levedad.

miércoles, 29 de abril de 2009

¡He Vuelto!

Después de tanto experimentar otras formas de escapar, de fugar, de manipular, siempre regreso aquí, a mi Blog.