lunes, 8 de septiembre de 2008

PODER (Magdalena)

Magdalena frente al espejo, frente a su ropero, incrustaciones envueltas de significados, fragmentos, trozos de madera, de vidrio. Mientras se ve en su reflejo se flagela por el abismo, sin pertenencia, sin espacio ni propiedad determinada, infinitamente vacía, sin tiempo, sólo interminable proceso de producción-destrucción, muerte en cada una de las causas y nacimiento en cada uno de los efectos. Teatralidad ante la cosmovisión, disfraz de la aprehensión, visión cinemática, fotogramas corriendo a velocidad de la imaginación, mientras ve producciones y destrucciones, cree que ve interminable performance. Proceso máquinico, máquina de poder actuando al máximo, evadiendo la levedad y matando el vacío, llenándolo de símbolos, lógica para dar sentido y lenguaje para expresar virtualidad, es creadora de sus propias simulaciones, se libera de pero no se cree potente para, pero siempre es potente, siempre es máquina de poder. Ella máquina, ella simula, ella rompe con sus vínculos y después con su naturaleza, naturaleza que le exige abismo, que desea infinito. PODER, PODER, PODER, nunca hay impotencia, sólo desviación, quizá miedo. A veces esquizo, a veces paralela, pero siempre actuando potente, nunca suspende el poder, sólo el deseo, porque el deseo viene luego, luego del poder.