miércoles, 26 de septiembre de 2007

Avaalanchaaaa!!!!!!

“Amanecí con los puños bien cerrados y la rabia insolente de mi juventud”[1].

Palabras que en una juventud sin acción, sin fuerza, suenan fuera de contexto. Una juventud llena de distracciones, de evasiones a su realidad. Una juventud alimentada por historias fantásticas que lo ayudan a escapar de una realidad que le causa nihilismo.

La sensibilidad y la acción dormidas, la pasividad ante la dominación de los nuevos imperialismos. Juventud que anhela la técnica para producir más de lo que puede consumir, desea ser odiada y despreciada por un gigante que le aplaste sus ilusiones para luego cubrir el hueco con perlas.

Pero esto no es culpa de la juventud, es una juventud que los padres durmieron. Lo que los adultos llaman pereza de los jóvenes, es el resultado de ver una naturaleza desecha, un mundo gris que nuestros padres y abuelos nos han dejado, y ante eso el joven no se quiere levantar. El joven de hoy no es perezoso, es nihilista, y su único deseo es escapar de ese nihilismo con la fantasía que lo lleva a un mundo feliz e irreal.

A esta juventud le urge escuchar avalanchas de antaño que le despierten el espíritu para crear avalanchas nuevas.

Se necesita deshacer el mundo y respetar la tierra. Romper con los sistemas seniles e infuncionales y recordar la fuerza de la juventud.


Esta juventud necesita aliarse con el sentimiento propio y con el sentimiento de juventudes pasadas que fueron calladas por los ascendentes de los que hoy nos sedan.

[1] Iberia Sumergida. Héroes del Silencio. Autor: Enrique Bunbury.

jueves, 20 de septiembre de 2007

La carpa

Las mentiras, reinas del actuar de nuestros días y cubierta preciosa de una realidad gris y desalmada, necesarias para llevar a la cama a la rubia estúpida que tanto queremos follar, pero dolorosas cuando esa mentira es un Te amo que disfraza a la libido con pétalos rojos.
Las mentiras. Es necesario decirle más mentiras a la gente, para que siga igual de estúpida, igual de falsa y vacía. Pero si quieres que la situación siga igual, más o menos soportable, inventa más mentiras para pegarle más a la carpa de este teatro porque le falta poco para abrirse y cuando todos vean lo que hay, abundará el nihilismo.
Aún estamos muy verdes para saber la verdad.